El uso de pantallas

Para nadie es un secreto el daño que producen las pantallas en niños pequeños.

Los dispositivos electrónicos no son juguetes y no deben ser considerados como tales, porque "aparcan" al niño, lo dejan embelesado y son muchos los expertos que advierten que antes de los 2 años nada de pantallas.

1. Se recomienda evitar el uso de medios digitales para los bebés menores de 24 meses. A partir de esta edad, se puede utilizar siempre siendo los padres quienes escojan contenidos de calidad. Es aconsejable ver con ellos dichos vídeos y hablar sobre ellos mientras se visualizan, ya que de esta manera los aprenden e interactúan.

2. Para niños entre 2 y 5 años se recomienda limitar a una hora al día el acceso a las pantallas, siempre buscando contenidos que se ajusten a su edad.

El juego es esencial para los niños, es tan necesario que está recogido en la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la ONU en 1959. Jugar no es solo una actividad de entretenimiento, es también una forma de aprender. El juego es esencial para del desarrollo integral de los niños y les prepara para la vida. Recuperar el juego tradicional es lo más conveniente para los niños, ya que los videojuegos y aplicaciones, aunque estén pensadas para los niños, contienen imágenes, sobresalen de la realidad.

Un estudio, que siguió a 2.400 niños canadienses, mostró que cuanto mayor era el tiempo pasado delante de pantallas a los dos y tres años, peor era el desempeño de estos críos a los tres y cinco años, cuando se les realizaba un test de desarrollo. Este examen analiza su progreso en cinco dominios clave: comunicación, habilidades motoras (gruesas y finas), resolución de problemas y habilidades sociales. "Para medir la comunicación en un niño de tres años, por ejemplo, preguntamos si un niño puede formar una oración de cuatro palabras o identificar las partes más comunes del cuerpo",

La UNICEF también advierte de los riesgos del uso de las pantallas en los bebés y niños pequeños, concluyendo que puede afectar a las capacidades de concentración, aprendizaje, empatía, manejo de la frustración y control de los impulsos que resultan habilidades vitales para la interacción social.